Parte de la idea de que el conocimiento no está dividido en asignaturas, sino que se construye de forma integrada a partir de la experiencia. Desde que somos niños, aprendemos relacionando lo que observamos, sentimos y vivimos, sin separar artificialmente la ciencia del arte, la lengua de las matemáticas o la historia del entorno. Este enfoque reconoce que la realidad es compleja y multifacética, por lo que enseñar de manera interdisciplinaria permite desarrollar aprendizajes más significativos, contextualizados y funcionales. Al fomentar la conexión entre saberes, se potencia la comprensión profunda, la creatividad y la capacidad de resolver problemas reales desde múltiples perspectivas.
La interdisciplinariedad en la Nueva Escuela Mexicana (NEM) se presenta como un eje fundamental para el desarrollo integral del alumnado. Este modelo educativo promueve la articulación de saberes desde diversas áreas del conocimiento, con el fin de atender problemáticas reales y contextualizadas. La NEM abandona la visión fragmentada del currículo tradicional y apuesta por una enseñanza situada, donde los contenidos dialogan entre sí y con la vida cotidiana del estudiante. De esta forma, se busca formar ciudadanos críticos, capaces de comprender la complejidad del mundo y de participar activamente en su transformación.
Comentarios
Publicar un comentario