La Nueva Escuela Mexicana (NEM) propone una didáctica centrada en el estudiante, que busca la transformación social y el desarrollo integral de las personas. Implica un cambio en la forma de enseñar y aprender, fomentando la autonomía docente, el trabajo por proyectos, el aprendizaje basado en la indagación y el servicio, y la atención a la diversidad.
La inclusión en la Nueva Escuela Mexicana se establece como un eje articulador que garantiza el derecho de todos los estudiantes a una educación equitativa, sin discriminación. Este enfoque reconoce y valora la diversidad como una riqueza pedagógica. Busca eliminar barreras para el aprendizaje y la participación. Así, promueve entornos educativos más justos, colaborativos y con sentido comunitario.